Cistoscopia
Cistoscopia
(Cistourestroscopia)
Descripción general del procedimiento
¿Qué es la cistoscopia?
La cistoscopia es un procedimiento de diagnóstico que permite al médico examinar directamente las vías urinarias, particularmente la vejiga, la uretra y los orificios de los uréteres. La cistoscopia puede ayudar a identificar problemas en las vías urinarias, como signos tempranos de cáncer, infección, estenosis (estrechamiento), obstrucción y sangrado.
Se inserta un tubo largo, flexible y con luz, llamado citoscopio, en la uretra (conducto a través del cual pasa la orina de la vejiga al exterior del cuerpo) y se lo hace avanzar hasta la vejiga. Además de permitir la visualización del interior de la uretra y la vejiga, el citoscopio permite al médico irrigar, aspirar y acceder a estas estructuras con instrumentos quirúrgicos. Durante una cistoscopia, el médico puede extraer tejido para examinarlo mejor y posiblemente tratar los problemas que se puedan detectar. La cistoscopia también se puede usar para infundir solución salina o agua en la vejiga.
Internamente, un tracto urinario sano tiene un aspecto rosado y liso, como un revestimiento mucoso húmedo. Algunos problemas médicos pueden cambiar el aspecto de las vías urinarias inferiores o causar sangrado. Otras condiciones clínicas podrían estrechar la uretra y en consecuencia dificultar el vaciado de la orina de la vejiga. Además, algunas enfermedades de la vejiga pueden causar cambios en su tamaño, forma, posición y estabilidad. La cistoscopia permite al médico examinar estas estructuras con mucho detalle, tomar imágenes y obtener una biopsia. Se puede utilizar para realizar procedimientos terapéuticos si es necesario, como por ejemplo, para extraer cálculos.
Otros procedimientos relacionados que se pueden utilizar para diagnosticar problemas de las vías urinarias incluyen radiografías de los riñones, los uréteres y la vejiga, tomografía computarizada de los riñones, cistometría, cistografía, cistografía retrógrada y pielograma (anterógrado, intravenoso o retrógrado). Consulte estos procedimientos para obtener información adicional.
¿Cómo funciona el aparato urinario?
El cuerpo toma los nutrientes de los alimentos y los convierte en energía. Después de que el cuerpo ha tomado los alimentos que necesita, deja productos de desecho en el intestino y en la sangre.
El aparato urinario mantiene los productos químicos, como el potasio, el sodio y el agua, en equilibrio mediante la eliminación de un tipo de desecho de la sangre llamado urea. La urea se produce cuando los alimentos que contienen proteínas, como la carne, aves y ciertas verduras, se descomponen en el cuerpo. La urea se transporta en el torrente sanguíneo a los riñones.
Las partes del aparato urinario y sus funciones:
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dos riñones : un par de órganos de color marrón morado, situados debajo de las costillas hacia el centro de la espalda. Su función es eliminar los desechos líquidos de la sangre en forma de orina, mantener un equilibrio estable de sales y otras sustancias en la sangre y producir eritropoyetina, una hormona que ayuda en la formación de glóbulos rojos.
Los riñones eliminan la urea de la sangre a través de diminutas unidades de filtración llamadas nefronas. Cada nefrona consta de una bola formada por pequeños capilares sanguíneos, llamados glomérulos, y por un pequeño tubo llamado túbulo renal. La urea, junto con el agua y otras sustancias de desecho, forma la orina al pasar a través de las nefronas y bajar por los túbulos renales. -
dos uréteres : conductos estrechos que llevan orina de los riñones a la vejiga. Los músculos de las paredes de los uréteres se contraen y relajan continuamente e impulsan la orina hacia abajo, fuera de los riñones. Si la orina retrocede, o si se queda sin moverse, puede desarrollarse una infección del riñón. Aproximadamente cada 10 ó 15 segundos, los uréteres vacían cantidades pequeñas de orina en la vejiga.
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vejiga : órgano hueco de forma triangular, ubicado en la parte inferior del abdomen. Se sostiene en su lugar a través de ligamentos que están unidos a otros órganos y a los huesos pélvicos. Las paredes de la vejiga se relajan y se expanden para almacenar la orina, y se contraen y se aplanan para vaciar la orina a través de la uretra. La vejiga normal de un adulto sano puede almacenar hasta dos tazas de orina durante dos a cinco horas.
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dos esfínteres : músculos circulares que ayudan a impedir el escape de la orina cerrándose firmemente como una cinta de goma alrededor del orificio de la vejiga
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nervios de la vejiga : le avisan a la persona cuando necesita orinar, o vaciar la vejiga
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uretra : tubo a través del cual la orina sale del cuerpo
Razones para realizar el procedimiento
Se puede recomendar una cistoscopia cuando se sospecha un trastorno de las vías urinarias. Los trastornos de las vías urinarias pueden incluir problemas estructurales que pueden provocar un bloqueo del flujo de orina o un reflujo de orina. Si no se tratan, los problemas estructurales pueden provocar complicaciones potencialmente graves.
También se puede realizar la cistoscopia después de los procedimientos quirúrgicos ginecológicos en el área de la vejiga para asegurar la colocación correcta de las suturas o dispositivos de apoyo.
Otros problemas médicos relacionados con las vías urinarias incluyen, entre otros, los siguientes:
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cáncer o tumor de la vejiga o de la próstata
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pólipos: un crecimiento excesivo de tejido normal o masa (generalmente benigna) que se extiende desde un revestimiento mucoso o divertículos (bolsas que se forman cuando una membrana mucosa pasa a través de una membrana muscular)
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cálculos de la vejiga: cristales de calcio que pueden provocar una infección, inflamación y sangrado en las vías urinarias u otros bloqueos de las vías urinarias
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hipertrofia prostática benigna (BPH por sus siglas en inglés): agrandamiento benigno de la próstata que generalmente ocurre en hombres mayores de 50 años. El agrandamiento de la próstata interfiere con la salida normal de la orina desde la vejiga. Si no se trata, la próstata agrandada puede obstruir la vejiga por completo.
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infecciones frecuentes de las vías urinarias
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sangre en la orina
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incontinencia urinaria: emisión involuntaria de orina desde la vejiga
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dolor al orinar
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anomalías congénitas de las vías urinarias: una anomalía de las vías urinarias presente al nacer que puede provocar un reflujo de orina o problemas renales
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lesión traumática de las vías urinarias
Su médico puede recomendarle una cistoscopia por otros motivos.
Riesgos del procedimiento
Al igual que en cualquier procedimiento invasivo, pueden surgir complicaciones. Las complicaciones relacionadas con la cistoscopia incluyen, entre otras, las siguientes:
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infección
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sangrado
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retención urinaria
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perforación de la vejiga
Es posible que existan otros riesgos dependiendo de su estado de salud específico. Recuerde consultar todas sus dudas con su médico antes del procedimiento.
Una infección de las vías urinarias puede interferir con una cistoscopia.
Antes del procedimiento
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Su médico le explicará el procedimiento y le ofrecerá la oportunidad de formular las preguntas que tenga al respecto.
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Se le pedirá que firme un formulario de consentimiento, mediante el cual autoriza la realización del examen. Lea el formulario atentamente, y pregunte si hay algo que no le resulta claro.
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El tipo de ayuno requerido antes del procedimiento dependerá del tipo de anestesia que se vaya a utilizar. Su médico le dará instrucciones específicas acerca del ayuno que debe hacer para el procedimiento. Es posible que le den instrucciones adicionales para que siga una dieta especial durante uno o dos días antes del procedimiento.
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Si está embarazada o sospecha que está embarazada, debe informárselo al médico.
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Informe a su médico si es sensible o alérgico a algún medicamento, látex, yodo, cinta o agentes anestésicos (locales y generales).
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Informe a su médico sobre todos los medicamentos (con receta y de venta libre) y suplementos de hierbas que esté tomando.
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Informe a su médico si tiene antecedentes de trastornos hemorrágicos, o si está tomando medicamentos anticoagulantes (diluyentes sanguíneos), aspirina u otros medicamentos que afecten la coagulación de la sangre. Quizás sea necesario dejar de tomar estos medicamentos antes del procedimiento.
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Si se utiliza anestesia local, estará despierto durante el procedimiento, pero se le podrá dar un sedante antes del procedimiento. Necesitará a alguien que lo lleve a su casa.
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Si sospecha que tiene una infección de las vías urinarias, infórmeselo a su médico, ya que podría ser una contraindicación para la cistoscopia. Su médico puede solicitar que se analice una muestra de orina para detectar infección antes del procedimiento.
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En función de su estado clínico, su médico puede solicitar otra preparación específica.
Durante el procedimiento
La cistoscopia puede realizarse de forma ambulatoria o como parte de su internación en un hospital. Los procedimientos pueden variar, en función de su afección y de las prácticas del médico.
Por lo general, la cistoscopia sigue este proceso:
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Se le pedirá que se quite la ropa, joyas u otros objetos que puedan interferir con el procedimiento.
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Si le indican que se quite la ropa, le entregarán una bata para que se la ponga.
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Se le colocará una vía intravenosa (VI) en el brazo o en la mano.
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Puede recibir un sedante o anestésico por vía IV, según su situación específica y el tipo de endoscopio utilizado. Si se administra un sedante o anestésico, se controlará constantemente su frecuencia cardíaca, presión arterial, respiración y las concentraciones de oxígeno en la sangre durante el procedimiento.
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En algunos casos, un colorante azul puede ser inyectado mediante el suero por 10 a 15 minutos antes del procedimiento. Esto permite el tiempo necesario para que el colorante pase por los riñones donde se mescla con la orina. Al ver el colorante azul pasar por los uréteres hacia la vejiga el médico puede ver si hay bloqueo.
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Se lo acostará boca arriba en la mesa de examen con las rodillas flexionadas y separadas. Se colocarán los pies en estribos.
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Se le insertará un gel anestésico tópico en la uretra con un catéter especial. Esto puede ocasionar una leve molestia hasta que se adormezca la zona.
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Una vez que la uretra esté adormecida y/o la anestesia haya hecho efecto, el médico insertará el citoscopio en la uretra. Puede experimentar alguna molestia durante la inserción del citoscopio.
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A medida que el citoscopio pasa a través de la uretra, el médico inspeccionará la capa mucosa para detectar anomalías u obstrucciones. Se avanzará el citoscopio hasta llegar a la vejiga.
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Una vez que el citoscopio está en la vejiga, el médico puede instilar agua estéril o solución salina para ayudar a expandir la vejiga a fin de obtener una mejor visualización. Mientras se llena la vejiga, puede sentir una leve molestia o la necesidad de orinar.
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El médico examinará toda la vejiga en busca de anomalías. Se pasará un pequeño dispositivo a través del citoscopio para recolectar una muestra de tejido a fin de realizar una biopsia. Es posible que se obtenga una muestra de orina de la vejiga.
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Una vez que haya finalizado el procedimiento, se extraerá con cuidado el citoscopio de las vías urinarias.
Después del procedimiento
Después del procedimiento, pueden trasladarlo a la sala de recuperación donde permanecerá en observación si se utilizó sedación o anestesia. El proceso de recuperación variará en función del tipo de sedación que se le administre. Una vez que la presión arterial, el pulso y la respiración estén estables y que usted esté alerta, lo llevarán a la habitación o le darán el alta para que regrese a su casa. La cistoscopia generalmente se realiza de forma ambulatoria.
Puede reanudar su dieta y actividades normales a menos que el médico le indique lo contrario.
Se le pedirá que beba abundante líquido, que diluye la orina y reduce la molestia al orinar, como el ardor. Es normal sentir algo de ardor al orinar después del procedimiento que debería disminuir con el tiempo. Se puede recomendar un baño tibio de asiento o un baño en una tina para aliviar las molestias urinarias.
Puede haber sangre en la orina durante un tiempo después del procedimiento. La cantidad de sangre disminuirá gradualmente en uno o dos días.
Tome un analgésico para el dolor, de acuerdo con las recomendaciones de su médico. La aspirina y determinados medicamentos contra el dolor pueden aumentar las probabilidades de hemorragias. Asegúrese de tomar sólo los medicamentos recomendados.
Es posible que le den un antibiótico para que tome después del procedimiento. Asegúrese de tomar el antibiótico exactamente como se le recetó.
Avísele a su médico si tiene alguno de los siguientes síntomas:
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fiebre y/o escalofríos
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frecuencia o urgencia urinaria
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Incapacidad de orinar
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dolor en la parte baja de la espalda
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ardor al orinar o sangre en la orina continuos
Es posible que el médico le dé instrucciones adicionales o alternativas después del procedimiento, en función de su situación específica.
Los Recursos en la Red
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