Depresión clínica en adolescentes
Depresión clínica en adolescentes
¿Qué es la depresión clínica?
La depresión clínica, también llamada depresión mayor o depresión unipolar, se clasifica como un tipo de desorden afectivo (también llamado trastorno afectivo) que va más allá de las cosas positivas o negativas ordinarias del día y se ha convertido en una afección médica seria y una preocupación de salud importante en este país.
La depresión es un trastorno afectivo que involucra el cuerpo, el estado de ánimo y los pensamientos del adolescente. Puede afectar y perturbar la alimentación, el sueño o los patrones de pensamiento y no es lo mismo que estar triste o melancólico, ni tampoco es un signo de debilidad personal ni una afección que se puede hacer desaparecer mediante fuerza de voluntad o deseo. Los adolescente con una enfermedad depresiva no pueden simplemente “hacer un esfuerzo” y mejorarse. El tratamiento con frecuencia es necesario y, en muchos casos, esencial para la recuperación.
Existen tres tipos principales de depresión, entre los que se incluyen:
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Depresión clínica (depresión mayor)
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Trastorno bipolar (maníaco depresivo)
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Desorden depresivo crónico (distimia)
¿Quiénes se ven afectados por la depresión clínica?
El Instituto Nacional de Salud Mental, parte de los Institutos Nacionales de Salud, informa lo siguiente:
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Las investigaciones indican que el inicio de la depresión en la actualidad se produce antes en la vida que en décadas pasadas.
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La aparición temprana de la depresión con frecuencia continúa, reaparece y se prolonga hasta la edad adulta. La depresión en los jóvenes también puede predecir enfermedades más serias en la edad adulta.
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Cada vez hay más evidencia de depresión en adolescentes cuyos padres tienen depresión.
¿Cuáles son los factores de riesgos de la depresión clínica?
A continuación, se enumeran los factores de riesgo más comunes de la depresión clínica:
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Historial familiar de depresión (en especial si un padre sufrió depresión como niño o adolescente)
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Exceso de estrés
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Abuso o negligencia
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Trauma (físico y/o emocional)
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Otros desórdenes psiquiátricos
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Pérdida de los padres, tutores u otros seres queridos
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Fumar cigarrillos
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Pérdida de una relación (por ejemplo, mudarse, pérdida de la pareja)
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Otras enfermedades crónicas
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Otros desórdenes de desarrollo, de aprendizaje o de conducta
¿Cuáles son los síntomas de la depresión clínica?
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la depresión clínica. Sin embargo, cada adolescente puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
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Sentimientos continuos de tristeza
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Sentimiento de desesperanza o impotencia
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Baja autoestima
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Sentimiento de inadecuación
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Culpa excesiva
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Sentimientos de querer morir
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Pérdida de interés en las actividades usuales o las actividades que antes disfrutaban
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Dificultad para las relaciones
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Perturbaciones del sueño (por ejemplo, insomnio o hipersomnia)
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Cambios en el apetito o en el peso
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Falta de energía
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Dificultad para concentrase
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Disminución de la capacidad de tomar decisiones
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Pensamientos suicidas o intentos de suicidio
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Molestias físicas frecuentes (por ejemplo, dolores de cabeza, de estómago o fatiga)
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Irse de la casa o amenazar con irse de la casa
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Hipersensibilidad al fracaso o al rechazo
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Irritabilidad, hostilidad, agresión
Para realizar un diagnóstico de depresión clínica, un adolescente debe presentar un “grupo” (varios) de los síntomas anteriores durante el mismo período de dos semanas. Los síntomas de la depresión clínica pueden ser similares a otras afecciones psiquiátricas o problemas médicos. Siempre consulte al proveedor de atención médica de su hija adolescente para obtener un diagnóstico preciso.
¿Cómo se diagnostica la depresión clínica?
Dado que está demostrado que la depresión con frecuencia coexiste con otros desórdenes psiquiátricos, como el abuso de drogas o los desórdenes de ansiedad, buscar un diagnóstico y un tratamiento tempranos es esencial para la recuperación del adolescente.
Un psiquiatra infantil u otro profesional de salud mental calificado habitualmente diagnostica depresión clínica solo después de un examen psiquiátrico exhaustivo. Una evaluación de la familia del adolescente, cuando sea posible, además de información suministrada por docentes y proveedores de atención médica también puede ser útil para realizar un diagnóstico.
Tratamiento de la depresión clínica
El tratamiento específico para la depresión clínica será determinado por el proveedor de atención médica de su hijo según lo siguiente:
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la edad de su hijo, su estado general de salud y su historia clínica
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la gravedad de los síntomas
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la tolerancia de su hijo a determinados medicamentos o terapias
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las expectativas respecto de la evolución del trastorno
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su opinión o preferencia
Los trastornos afectivos, incluida la depresión clínica, con frecuencia se pueden tratar con éxito. El tratamiento siempre debe basarse en una evaluación exhaustiva del adolescente y la familia. El tratamiento puede incluir alguna o varias de las siguientes:
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Los medicamentos antidepresivos (en especial combinados con psicoterapia han demostrado ser muy efectivos en el tratamiento de la depresión en niños y adolescentes)
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La psicoterapia (con más frecuencia la terapia cognitiva/conductual y/o interpersonal) para adolescentes (centrada en cambiar la visión distorsionada que tiene el adolescente de sí mismo y del entorno que lo rodea; trabajar con las relaciones difíciles; identificar causantes de estrés en el entorno del adolescente y aprender cómo evitarlos)
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Terapia familiar
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Consultas con la escuela del adolescente
Los padres desempeñan un papel de apoyo esencial en cualquier proceso de tratamiento.
Por diversas razones, los padres de muchos adolescentes o niños con depresión clínica nunca buscan un tratamiento adecuado, aunque muchas personas con depresión clínica que buscan tratamiento mejoran, por lo general en algunas semanas. El tratamiento continuo puede ayudar a prevenir la reaparición de los síntomas depresivos.
Sin un tratamiento adecuado, los síntomas de la depresión pueden continuar durante semanas, meses o años. Además de causar problemas interpersonales y psicosociales, la depresión en niños y adolescentes también se asocia a un mayor riesgo de suicidio. Ademas, este riesgo aumenta, en especial entre los varones adolescentes, cuando la depresión está acompañada de otros desórdenes mentales (por ejemplo, trastornos de la conducta, abuso de drogas). Es esencial que los padres y los proveedores de atención médica de niños y adolescentes se tomen muy en serio los síntomas depresivos y suicidas y que busquen tratamiento de inmediato. El suicidio es una emergencia médica. Consulte al proveedor de atención médica de su hija adolescente para obtener más información.