El segundo trimestre
El segundo trimestre
Visitas prenatales durante el segundo trimestre
En las visitas prenatales del segundo y del tercer trimestre, es posible que el proveedor de atención médica revise lo siguiente, según su salud actual y la del feto:
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Todo síntoma o malestar actual
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Peso
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Presión arterial
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La orina, con un análisis de orina, para revisar los niveles de albúmina, una proteína que puede ser signo de preeclampsia o toxemia eclámptica; y de azúcar, que puede indicar hiperglucemia.
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Crecimiento, tamaño y desarrollo del feto
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Tamaño del útero (después de las 12 semanas de gestación, aproximadamente, el útero se puede palpar a través de la pared abdominal)
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Altura del fundus (parte superior del útero), a partir de las 20 semanas de gestación
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Frecuencia cardíaca fetal
Qué puede esperar durante el segundo trimestre
El segundo trimestre marca un momento decisivo para la madre y el feto. Por lo general, la madre empieza a sentirse mejor y se le va notando más el embarazo. El feto ya ha desarrollado todos sus órganos y sistemas y empezará a enfocarse en crecer de tamaño y de peso.
Durante el segundo trimestre, el cordón umbilical sigue engrosándose a medida que transporta nutrientes al feto. Pero las sustancias dañinas también pasan al feto por el cordón umbilical. Por lo tanto, la madre tiene que evitar el alcohol, el tabaco y otros riesgos conocidos.
Durante el segundo trimestre, el cuerpo de la madre y el del bebé siguen creciendo.
Desarrollo fetal durante el segundo trimestre
Ya se han formado todos los órganos y sistemas principales en el feto, por lo que en los 6 meses siguientes se dedicará a crecer. El peso del feto se multiplicará más de 7 veces durante los próximos meses, a medida que el feto se convierte en un bebé que podrá sobrevivir fuera del útero.
Para el final del segundo trimestre, el feto tendrá unas 14 pulgadas (36 centímetros) de largo y pesará unas 2½ libras (1.1 kilogramos). El desarrollo fetal durante el segundo trimestre incluye lo siguiente:
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El feto patea, se mueve y se da vuelta.
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Los ojos se han ido desplazando gradualmente al frente de la cara y los oídos se han desplazado del cuello a los lados de la cabeza. El feto puede oír la voz de la madre.
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Empieza a aparecer una sustancia cremosa blancuzca (llamada vernix caseosa o unto sebáceo) en el feto. Ayuda a proteger la piel delgada del feto. La piel absorbe esta sustancia gradualmente. Pero algo puede quedar en los bebés cuando nacen.
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El feto desarrolla reflejos, como tragar y succionar.
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Puede responder a ciertos estímulos.
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La placenta se desarrolla por completo.
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A partir del quinto mes, el cerebro atravesará el período de crecimiento más importante.
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Crecieron las uñas en las puntas de los dedos de las manos y de los pies, que ya están bien separados.
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El feto pasa por ciclos de sueño y vigilia.
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La piel está arrugada y roja, cubierta de un vello suave y fino (llamado lanugo).
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Está creciendo cabello en la cabeza del feto.
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Empieza a formarse grasa en el feto.
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Los párpados empiezan a abrirse y se pueden ver las cejas y las pestañas.
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Se formaron las huellas de los dedos en las manos y los pies.
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El tamaño y el peso del feto siguen aumentando rápidamente.
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La semana 20 marca la mitad del embarazo.
Un feto nacido a las 24 semanas puede sobrevivir en una unidad de cuidados intensivos neonatales.
Cambios en el cuerpo de la madre
El segundo trimestre es el que la mayoría de las mujeres pueden disfrutar en sentido físico. Las náuseas por lo general disminuyen para este período y se alivian el cansancio extremo y la sensibilidad de las mamas. Estos cambios pueden atribuirse a la disminución del nivel de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG, por sus siglas en inglés) y al ajuste de los niveles de estrógeno y progesterona.
La siguiente es una lista de los cambios y de los síntomas que pueden ocurrir durante el segundo trimestre:
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Quizás aumente el apetito.
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La madre puede sentir el movimiento del feto por primera vez alrededor de la semana 20. Este fenómeno se conoce como primeros movimientos fetales.
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El útero creció hasta llegar a la altura del ombligo, lo cual hace que se note el embarazo.
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La piel del abdomen puede picar a medida que crece y puede haber algo de dolor en la parte inferior a los lados del cuerpo a medida que se estira el útero. Es posible que duela la parte inferior del abdomen, ya que los ligamentos se estiran para sostener el útero.
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La necesidad de orinar con más frecuencia suele disminuir cuando el útero empieza a crecer fuera de la cavidad pélvica y se alivia la presión sobre la vejiga.
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La nariz de la madre puede congestionarse y puede tener sangrados nasales. Se debe al aumento de hormonas (estrógeno y progesterona) que afectan las membranas mucosas en la nariz.
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Las encías de la mujer se vuelven más esponjosas y es posible que sangren con facilidad. Esto se debe al aumento de hormonas (estrógeno y progesterona) que afectan las membranas mucosas en la boca.
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Pueden aparecer várices y hemorroides.
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La mujer puede tener un flujo vaginal de color blanco llamado leucorrea. (Si el flujo es sanguinolento o de color, puede ser signo de una complicación posible y debe examinarse de inmediato).
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El aumento de peso cada vez mayor puede producir dolores de espalda.
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Puede haber cambios en la pigmentación de la piel de la cara o del abdomen debido a las hormonas del embarazo.
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Es posible que siga con acidez estomacal, indigestión y estreñimiento.