Infecciones de trasmisión sexual en adolescentes
Infecciones de trasmisión sexual en adolescentes
¿Qué son las infecciones de transmisión sexual (ITS)?
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son enfermedades infecciosas que se transmiten por contacto sexual. Aproximadamente 50 de cada 100 nuevas infecciones de transmisión sexual se presentan en personas de 15 a 24 años de edad.
Cómo proteger a los adolescentes de las infecciones de transmisión sexual
La mejor manera de evitar que su hijo adolescente contraiga una infección de transmisión sexual es aconsejarle que no tenga ningún tipo de contacto sexual con otra persona. Pero, si decide ser sexualmente activo o lo es actualmente, hay varias medidas de seguridad que debe seguir. Los expertos aconsejan estas medidas para ayudar a reducir el riesgo de que un adolescente contraiga una infección de transmisión sexual. Por ejemplo:
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Tener una relación sexual mutuamente monógama con una pareja no infectada.
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Utilizar (de forma constante y correcta) un preservativo masculino de látex o femenino de poliuretano, incluso para el sexo oral.
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Reducir la posibilidad de contraer una infección por VIH mediante la prevención y el control de otras infecciones de transmisión sexual. Tener otra infección de transmisión sexual facilita el contagio del VIH.
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Piense seriamente en realizar tratamientos de prevención del VIH, lo que incluye:
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PEP (profilaxis después de la exposición). Tomar medicamentos para prevenir el VIH en las 72 horas siguientes a una exposición de riesgo.
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PrEP (profilaxis previa a la exposición). Tomar regularmente medicamentos para prevenir la infección por VIH ante posibles exposiciones futuras durante relaciones sexuales sin protección.
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Si va a mantener relaciones sexuales con alguien VIH positivo, asegúrese de que la otra persona está tomando sus medicamentos para el VIH y de que su carga viral está completamente controlada (indetectable).
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Demorar su primera relación sexual lo más que pueda. Cuanto más joven es una persona cuando empieza a tener relaciones sexuales por primera vez, más susceptible es de contraer una infección de transmisión sexual.
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Realícese chequeos regulares para detectar VIH e ITS.
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Conocer los síntomas de las infecciones de transmisión sexual. Buscar ayuda médica lo antes posible si tiene algún síntoma.
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No tener relaciones sexuales durante la menstruación.
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No practicar sexo anal.
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No utilizar un preservativo de látex masculino y microbicidas tópicos juntos. El agente tópico puede romper el preservativo, haciéndolo menos efectivo.
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Evite las duchas vaginales.
¿Qué debe hacer mi hijo adolescente si le diagnostican una infección de transmisión sexual?
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Haga que su hijo adolescente comience el tratamiento de inmediato. Debe tomar todos los medicamentos y seguir los consejos de su proveedor de atención médica.
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Debe comunicárselo a todas las parejas sexuales recientes e insistirles en que se sometan a chequeos médicos. Si su hijo no quiere hacerlo personalmente, el departamento de salud local puede ayudar.
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Su hijo adolescente no debe tener relaciones sexuales mientras recibe tratamiento para una infección de transmisión sexual y, por lo general, tampoco durante al menos una semana después. Si la pareja de su hijo también necesita tratamiento, deben esperar a que la pareja también finalice su tratamiento.
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El adolescente debe someterse a una prueba de seguimiento para asegurarse de que el tratamiento de la infección de transmisión sexual fue exitoso.
¿Cuáles son las ITS más comunes?
Se han identificado muchas infecciones de transmisión sexual. Los tipos más frecuentes de infecciones de transmisión sexual incluyen:
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VIH. El VIH, el virus que causa el SIDA, afecta la capacidad del cuerpo de combatir infecciones. Se transmite por relaciones sexuales sin protección con una persona infectada. También se transmite por contacto con sangre infectada o agujas contaminadas. Las personas con una infección avanzada por VIH son muy susceptibles de padecer muchas enfermedades mortales y ciertas formas de cáncer.
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VPH. El virus del papiloma humano (VPH) es una infección de transmisión sexual común que puede causar verrugas genitales. Estas pueden aparecer tanto por dentro como por fuera de los genitales y el recto. Pueden propagarse a la piel cercana o a la pareja sexual. La infección por el virus del papiloma humano no siempre causa verrugas. Por lo que es posible que no sepa que está infectado. Las mujeres infectadas con el virus del papiloma humano tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de cuello de útero y de ano. Los hombres infectados con el virus del papiloma humano pueden padecer cáncer de pene o de la zona anal. Las pruebas de Papanicolaou de cuello uterino periódicas pueden detectar una infección por virus del papiloma humano, así como células cervicales anormales. También se puede realizar una prueba de Papanicolaou en el ano para detectar una infección por virus del papiloma humano y células anormales. Existe una vacuna contra el virus del papiloma humano que ayuda a prevenir el cáncer de cuello de útero y las verrugas genitales. Se recomienda colocar la vacuna a partir de los 11 años de edad. Pero se puede administrar incluso a los 9 años de edad. Hable sobre esto con el proveedor de atención médica de su hijo. Existe tratamiento para las verrugas genitales. A veces desaparecen solas. Pero el virus permanece y las verrugas pueden volver a aparecer. Algunos tipos de virus del papiloma humano también pueden causar verrugas (llamadas verrugas comunes) en otras partes del cuerpo, como las manos. Sin embargo, en general no causan ningún problema de salud.
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Clamidia. Las infecciones por clamidia, la más común de todas las infecciones de transmisión sexual, pueden afectar tanto a hombres como a mujeres. Pueden provocar una secreción genital anormal, ardor al orinar y secreción y sangrado rectal. En las mujeres, una infección por clamidia sin tratamiento puede provocar enfermedad inflamatoria pélvica. Se trata de una infección del útero, las trompas de Falopio y otros órganos reproductores. Provoca síntomas como dolor en el bajo vientre. La infección por clamidia se puede tratar con antibióticos. Desafortunadamente, muchas personas con infección por clamidia tienen pocos o ningún síntoma. Las complicaciones más frecuentes y graves las padecen las mujeres e incluyen la enfermedad inflamatoria pélvica, el embarazo tubárico (ectópico) y problemas para tener hijos (infertilidad). Los hombres pueden tener síntomas urinarios o no tener ningún síntoma.
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Gonorrea. La gonorrea provoca una secreción de la vagina, el pene o el recto. También provoca dolor al orinar o al defecar. Las complicaciones más frecuentes y graves las padecen las mujeres. Estas incluyen la enfermedad inflamatoria pélvica, el embarazo ectópico y problemas para tener hijos (infertilidad). La infección por gonorrea se puede tratar con antibióticos.
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Herpes genital. Las infecciones por herpes genital son causadas por el virus del herpes simple (VHS). Los síntomas pueden incluir ampollas dolorosas o llagas abiertas en la zona genital o la zona del recto. En primer lugar, puede haber una sensación de hormigueo o ardor en la zona. Las llagas del herpes suelen desaparecer en el término de unas pocas semanas. Pero el virus permanece en el cuerpo. Y las llagas pueden volver de vez en cuando. Aunque el VHS no tiene cura. Pero hay medicamentos antivirales que pueden acortar un brote, reducir los síntomas, ayudar a prevenir las recidivas y disminuir la posibilidad de transmitir el virus a otras personas.
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Sífilis. El primer síntoma de sífilis es una llaga abierta dolorosa. A menudo se observa en el pene, en la vagina, en la boca o en la piel alrededor de estas zonas. Si la sífilis no se trata, puede agravarse y provocar más síntomas. Esto incluye una erupción a corto plazo. Con el tiempo, el corazón y el sistema nervioso central pueden verse gravemente afectados. Las infecciones por sífilis pueden tratarse con terapia antibiótica.
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Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). La enfermedad inflamatoria pélvica es una complicación grave que pueden sufrir las mujeres a causa de algunas infecciones de transmisión sexual, como la clamidia y la gonorrea. La enfermedad inflamatoria pélvica es una infección del útero, las trompas de Falopio y otros órganos reproductores. Puede causar dolor en la parte inferior del abdomen. Más adelante, puede causar problemas para tener hijos.
Otras enfermedades de transmisión sexual:
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Vaginosis bacteriana
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Chancroide
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Infecciones por citomegalovirus
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Granuloma inguinal (donovanosis)
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Linfogranuloma venéreo
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Molusco contagioso
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Ladillas
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Sarna
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Tricomoniasis
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Úlceras orales (el sexo oral puede provocar úlceras por gonorrea o herpes)
Datos sobre las infecciones de transmisión sexual y los adolescentes
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Las infecciones de transmisión sexual afectan a personas de todos los orígenes y niveles de ingresos. Sin embargo, casi 50 de 100 casos de infecciones de transmisión sexual en Estados Unidos se dan en menores de 25 años de edad.
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Las infecciones de transmisión sexual están aumentando, posiblemente debido a que hay más personas sexualmente activas que tienen varias parejas sexuales durante su vida.
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Muchas infecciones de transmisión sexual al principio no causan ningún síntoma. Y muchos de los síntomas de las infecciones de transmisión sexual pueden confundirse con los de otras enfermedades que no se transmiten por vía sexual, especialmente en las mujeres. Incluso las infecciones de transmisión sexual asintomáticas pueden ser contagiosas y causar posteriormente problemas de salud graves o a largo plazo (crónicos).
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En las mujeres, los síntomas de las infecciones de transmisión sexual son más frecuentes y graves:
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Algunas pueden extenderse al útero y a las trompas de Falopio y causar enfermedad inflamatoria pélvica. Esto, a su vez, puede provocar infertilidad y un embarazo ectópico (tubárico).
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Algunas cepas de la infección por VPH en las mujeres también pueden estar relacionadas con el cáncer de cuello de útero. Tanto en las mujeres como en los hombres, estas cepas pueden causar cáncer anal, de cabeza y de cuello.
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Una madre puede contagiar al bebé una ITS durante el parto o la gestación. Algunas infecciones en recién nacidos pueden tratarse satisfactoriamente. Otras pueden causar al bebé una discapacidad permanente o incluso la muerte.
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Una vez diagnosticadas, muchas infecciones de transmisión sexual pueden tratarse con éxito. Algunas infecciones de transmisión sexual, como el herpes, no pueden curarse completamente y pueden volver a aparecer. Pero cada recidiva puede prevenirse o tratarse.
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Las principales formas de prevenir la transmisión de la infección por el VIH son la profilaxis posexposición (PEP) en las 72 horas siguientes a la exposición y la profilaxis previa a la exposición (PrEP) para prevenir la transmisión si existe un riesgo continuo. Asegúrese también de que las parejas con VIH estén en tratamiento y tengan el virus bajo control.