Incontinencia urinaria

¿Qué es la incontinencia urinaria?

La incontinencia urinaria es la emisión involuntaria de orina. Es posible que no pueda contenerla hasta llegar al baño. Quizás sea un problema a corto plazo causado por otra afección. O bien, quizás sea un problema crónico que debe tratarse. La incontinencia urinaria puede abarcar desde una pequeña pérdida de orina hasta una micción involuntaria mayor y frecuente.

El miedo a orinarse puede impedirle disfrutar de actividades con su familia y amigos. La incontinencia durante las relaciones sexuales puede causar un gran estrés.

Esta afección no es una parte normal del proceso de envejecimiento. Sin embargo, es común en las personas mayores.

A continuación, se enumeran algunos de los distintos tipos de IU:

Incontinencia de urgencia. Es cuando la necesidad de orinar aparece muy rápidamente. A menudo, es posible que no pueda llegar a tiempo al baño. Es frecuente en personas que padecen ciertas afecciones, como diabetes, ataque cerebral, demencia, enfermedad de Parkinson y esclerosis múltiple. Puede ser una señal de que estas otras afecciones necesitan atención. Es más frecuente en los adultos mayores y puede ser señal de una infección urinaria o de una vejiga hiperactiva.
Incontinencia de esfuerzo. Es el tipo de incontinencia más frecuente. Es más común en las mujeres. Puede tener pérdidas de orina al hacer ejercicio, toser, estornudar, reír o levantar objetos pesados. O al hacer otros movimientos que ejerzan presión sobre la vejiga.
Incontinencia funcional. Es cuando se controla la orina, pero no llega al baño a tiempo. Esto puede deberse a afecciones que dificultan el movimiento, como la artritis.
Incontinencia por rebosamiento. Se trata de la pérdida de pequeñas cantidades de orina por una vejiga demasiado llena. Puede tener la sensación de que no puede vaciar la vejiga por completo.
Incontinencia mixta. Una mezcla de los tipos enumerados con anterioridad.

¿Cuáles son las causas de la incontinencia urinaria?

Los cambios provocados por ciertas enfermedades o medicamentos pueden causar incontinencia urinaria. También puede producirse al comienzo de una enfermedad.

Las mujeres tienen más probabilidades de tener incontinencia durante o después del embarazo y el parto. Los cambios hormonales de la menopausia también pueden causar incontinencia. Esto se debe a que los músculos pélvicos están debilitados y estirados.

Otras causas comunes son las siguientes:

Anomalías congénitas
Envejecimiento
Infección urinaria (puede ser el primer y único síntoma)
En el caso de los hombres, agrandamiento de la próstata o tratamiento de un problema de próstata
Acumulación de heces en los intestinos
Sobrepeso (aumenta la presión sobre la vejiga y los músculos que la controlan)
Daño en los nervios por lesiones en la médula espinal, diabetes, enfermedad de Parkinson y esclerosis múltiple
Vejiga hiperactiva (la vejiga se contrae en momentos inadecuados y sin previo aviso)

¿Cuáles son los síntomas de la incontinencia urinaria?

Estos son los síntomas más comunes de la IU:

No poder orinar
Dolor relacionado con el llenado de la vejiga o al orinar sin infección de la vejiga
El chorro de orina es cada vez más débil, con o sin sensación de no haber vaciado la vejiga por completo
Orinar más sin infección de vejiga
Necesidad de ir rápidamente al baño o pérdida de orina si no se llega a tiempo
Micción anormal o cambios relacionados con ataque cerebral, lesión de la médula espinal o esclerosis múltiple
Pérdidas de orina que le impiden hacer actividades
Pérdida de orina que comienza o continúa después de la cirugía
Pérdida de orina que causa vergüenza
Infecciones urinarias frecuentes

Los síntomas de la IU pueden parecerse a los de otras afecciones o problemas de salud. Consulte siempre con su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la incontinencia urinaria?

El paso más importante para diagnosticar una IU es hablar con un proveedor de atención médica. No permita que la vergüenza le impida obtener ayuda.

Es importante acudir a un proveedor de atención médica para que haga una exploración física centrada en los sistemas urinario y nervioso, los órganos reproductores e incluya análisis de muestras de orina. Es posible que lo deriven a un urólogo o a un uroginecólogo, un proveedor de atención médica especializado en enfermedades de las vías urinarias.

¿Cómo se trata la incontinencia urinaria?

El tratamiento dependerá de los síntomas, de la edad y del estado general de salud. También, de la gravedad de la afección.

El tratamiento de la IU depende de la causa y puede incluir lo siguiente.

Terapias del comportamiento

Esto lo ayudará a recuperar el control de la vejiga:

Entrenamiento de la vejiga. Esto le enseña a resistir las ganas de orinar y a ampliar los tiempos entre micciones a lo largo del tiempo.
Aseo programado. Esta terapia usa el aseo rutinario o programado, los programas de entrenamiento de hábitos y el vaciado inducido para vaciar la vejiga cada 2 o 4 horas para evitar las pérdidas.

Rehabilitación de los músculos de la pelvis

Esto mejorará el tono muscular pélvico y evitará las pérdidas. El tratamiento incluye lo siguiente:

Ejercicios de Kegel. El ejercicio diario y regular de los músculos de la pelvis puede fortalecer los músculos de la vejiga y mejorar, e incluso prevenir, la incontinencia urinaria. Esto es más útil para las mujeres jóvenes. Debe hacerse entre 30 y 80 veces al día durante al menos 8 semanas.
Biorretroalimentación. Junto con los ejercicios de Kegel, la biorretroalimentación ayuda a tomar conciencia y controlar los músculos de la pelvis.
Pesas vaginales. Se mantienen pesas pequeñas dentro de la vagina tensando los músculos vaginales. Esto puede hacerse durante 15 minutos, dos veces al día, durante 4 a 6 semanas.
Estimulación eléctrica del suelo pélvico. Los impulsos eléctricos leves estimulan las contracciones musculares. Esto puede hacerse junto con los ejercicios de Kegel.

Otros tratamientos

Medicamentos. Esto incluye medicamentos específicos para la incontinencia, así como la terapia con estrógenos. Estos pueden ser útiles junto con otros tratamientos para las mujeres con incontinencia urinaria que ya han pasado la menopausia.
Cirugía. Es una opción si la incontinencia se relaciona con problemas como una vejiga en posición anómala o una obstrucción. Puede usarse si otros tratamientos no funcionan o si la incontinencia es grave.
Cambios en la alimentación. Esto incluye evitar la cafeína y el alcohol y prevenir el estreñimiento crónico. Esto también puede suponer reducir la ingesta de líquidos.
Pañales para adultos. La ropa interior para incontinencia más moderna no abulta más que la ropa interior normal. Se pueden llevar debajo de la ropa de todos los días. También hay otros productos de protección.

También puede controlar la incontinencia con otros dispositivos y productos. Por ejemplo, sondas, cabestrillos para órganos pélvicos, tapones para la uretra, sistemas de recolección de orina y dispositivos de compresión del pene. Hable con el proveedor de atención médica sobre el tratamiento más adecuado para usted.

Hable con el proveedor de atención médica sobre la gestión y el tratamiento de la IU.

Información importante sobre la incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria es la emisión involuntaria de orina. Es posible que no pueda retener la orina hasta llegar a un baño. Se trata de un síntoma, no de una enfermedad.
Hay muchas causas diferentes. Puede ser un problema a corto plazo. O puede ser un problema a largo plazo que hay que gestionar.
Los síntomas pueden ir desde el goteo de orina hasta no tener ningún control sobre ella. O no poder orinar en absoluto. La IU también se relaciona con infecciones frecuentes de la vejiga.
Para las personas con incontinencia urinaria, el paso más importante es hablar con un proveedor de atención médica sobre el problema.
El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas y del tipo de incontinencia. Puede incluir, por ejemplo, entrenamiento de la vejiga, ejercicios especiales, medicamentos e incluso cirugía en casos graves.

Próximos pasos

Consejos para aprovechar al máximo la cita con el proveedor de atención médica:

Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.
Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.
Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice el proveedor.
En la visita, anote el nombre de los nuevos diagnósticos y de todo nuevo medicamento, tratamiento o prueba. También anote las instrucciones nuevas que el proveedor le indique.
Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo lo ayudará. También conozca los efectos secundarios a los que debe estar atento y el momento en que debería comunicarlos.
Pregunte si su afección se puede tratar de otra forma.
Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se realiza la prueba o el procedimiento.
Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de esta.
Sepa cómo comunicarse con el proveedor de atención médica si tiene preguntas, sobre todo después del horario de atención y durante los fines de semana.