Prevención del traumatismo craneal por maltrato
Prevención del traumatismo craneal por maltrato
El traumatismo craneal por maltrato (TCM), que incluye el síndrome del bebé sacudido, es una forma grave de abuso físico infantil. Provoca lesiones en el cerebro del niño. En Estados Unidos, el TCM es la causa principal de muertes por abuso físico infantil en niños menores de 5 años. Los bebés menores de 1 año son los que corren mayor riesgo de sufrir lesiones por TCM. El TCM puede prevenirse.
Sacudir, golpear, tirar o dejar caer a bebés y niños pequeños puede ser peligroso.
Los músculos del cuello de los bebés no pueden soportar el estrés de las sacudidas. Cuando se sacude al bebé, su cabeza realiza un movimiento brusco de latigazo que puede causar hemorragias en el interior de la cabeza y aumentar la presión cerebral.
Sacudir, golpear, tirar o dejar caer a bebés y niños puede causarles daño cerebral irreversible, dificultad en el aprendizaje, discapacidad intelectual, ceguera, sordera, convulsiones, parálisis o, incluso, la muerte. Los bebés que sobreviven a una sacudida grave tienden a necesitar atención médica de por vida. Casi todas las víctimas de TCM sufren problemas de salud graves y a largo plazo.
Es posible que muchos padres y cuidadores primerizos no comprendan que llorar es la única forma que el bebé tiene para comunicarse y que algunos bebés lloran más que otros. Los bebés lloran a causa del hambre, la necesidad de succionar, el dolor causado por una enfermedad, la dentición o el dolor de oídos, los cólicos, la necesidad de consuelo o mimos, o la necesidad de descansar. Los padres que entienden que los bebés lloran a menudo suelen sentirse menos estresados al punto de sacudir al bebé por enojo y frustración.
Estas son algunas recomendaciones para los momentos en los que parezca que su bebé no dejará de llorar:
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Sepa que el llanto de los bebés es peor durante los primeros meses de vida. Mejorará a medida que el niño crezca.
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Sepa que los bebés sanos pueden llorar hasta 1 o 2 horas. Incluso los que están bien cuidados y reciben cariño.
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Asegúrese de que el bebé esté alimentado y seco.
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Alimente al bebé lentamente.
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Hágalo eructar con frecuencia.
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Cántele o háblele de forma suave.
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Acúnelo suavemente o salga a dar un paseo.
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Sosténgalo contra su piel desnuda (contacto piel a piel).
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Sáquelo a pasear en el cochecito para bebés o el automóvil.
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Pruebe con un columpio infantil de cuerda.
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Si no deja de llorar, busque signos de enfermedad. Llame al proveedor de atención médica si cree que el bebé está enfermo.
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Si se siente demasiado tenso o enojado y cree que puede sacudir, arrojar o golpear al bebé, acuéstelo en un lugar seguro, como la cuna, y salga a descansar un rato. Llame a un amigo o a un familiar e intente obtener ayuda. A veces, ser el cuidador principal puede resultar abrumador. Pedir ayuda es lo mejor que puede hacer tanto para usted como para su bebé.
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Si se siente abrumado, hable con el proveedor de atención médica de su bebe acerca de posibles opciones en cuanto al cuidado de niños, asesoría u otros recursos que puedan ayudar.
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Llame a la línea directa de Childhelp National Child Abuse al 800-422-4453. Un consejero capacitado puede ayudarlo con su frustración, para evitar que le haga daño a su bebé.
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Nunca lo deje solo con una persona que se irrita fácilmente, o tiene mal temperamento o antecedentes de violencia.
Estos consejos también deberían compartirse con todos los cuidadores del niño, porque las niñeras y las parejas de los padres suelen sentirse frustrados por el llanto persistente.