Señales de advertencia en recién nacidos
Señales de advertencia en recién nacidos
¿Qué señales de advertencia pueden indicar un problema en el recién nacido?
El recién nacido experimenta muchos cambios en el proceso de adaptación a la vida en el mundo exterior. La adaptación casi siempre es satisfactoria. Sin embargo, es necesario prestar atención a determinadas señales de advertencia en los recién nacidos. Entre estas se incluyen las siguientes:
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Ausencia de orina (esto puede ser difícil de distinguir, especialmente si se usan pañales desechables).
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Ausencia de deposiciones por más de 48 horas.
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Fiebre (consulte “La fiebre y los niños”, a continuación).
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Respiración rápida (por ejemplo, más de 60 respiraciones por minuto) o coloración azulada en la piel que no desaparece. En general, los recién nacidos tienen respiraciones irregulares, de modo que usted debe contar durante un minuto completo. No deben presentarse pausas de más de 10 segundos entre una respiración y otra.
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Hundimiento de las costillas al inhalar (retracción).
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Sibilancias, quejidos o silbidos durante la respiración.
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Olor desagradable, supuración o sangrado del cordón umbilical.
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Coloración amarillenta (ictericia) que empeora en la piel del pecho, los brazos, las piernas o la membrana blanca de los ojos.
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Llanto o irritabilidad que no se calman abrazándolo ni calmándolo.
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Somnolencia e incapacidad para despertarse para tomar el pecho o el biberón.
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Señales de enfermedad (tos, diarrea, piel pálida).
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Falta de apetito o capacidad débil de succión.
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Vómitos, especialmente cuando son amarillentos o verdosos.
Cada niño es diferente. Confíe en los conocimientos que tiene de su hijo y llame al proveedor de atención médica de su hijo si nota en él alguna señal que le preocupe.
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila. Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo adecuadamente. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación hay valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé su proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
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Primero, pregunte al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura.
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En el recto o en la frente: 100.4 ºF (38 ºC) o más alta
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En la axila: 99 ºF (37.2 ºC) o más alta
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, la frente o el oído: 102 ºF (38.9 ºC) o más alta
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En la axila: 101 ºF (38.3 ºC) o más alta
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 ºF (40 ºC) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más