Trabajo de parto
Trabajo de parto
¿Qué es el trabajo de parto?
El trabajo de parto es cuando el útero se contrae varias veces para ayudar a que el cuello uterino se abra (se dilate) y se estire (borramiento). A medida que pasa el tiempo, estas contracciones se vuelven más intensas. Esto hace que el feto pase a través del canal de parto. Por lo general, el trabajo de parto comienza 2 semanas antes o después de la fecha estimada de parto. Se desconocen los factores desencadenantes exactos del trabajo de parto.
¿Cuáles son los indicios del trabajo de parto?
Los indicios del trabajo de parto son distintos en todas las mujeres porque cada una atraviesa un trabajo de parto distinto. Pero algunos de los indicios más comunes son los siguientes:
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Expulsión del tapón mucoso. Una pequeña cantidad de mucosidad ligeramente mezclada con sangre que sale de la vagina.
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Contracciones. Las contracciones (espasmos musculares uterinos) que ocurren cada menos de 10 minutos suelen ser un indicio de que el trabajo de parto ya comenzó. A medida que el trabajo de parto avanza, las contracciones pueden ocurrir con más frecuencia y ser más fuertes.
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Rotura del saco amniótico (bolsa de aguas). A veces, el trabajo de parto comienza cuando el líquido amniótico sale de la vagina. Si se rompe el saco amniótico, la madre debe acudir al hospital de inmediato y contactarse con su proveedor de atención médica. La mayoría de las mujeres entran en trabajo de parto en tan solo horas después de romperse el saco amniótico. Si el trabajo de parto no inicia, la madre deberá quedarse en el hospital para que se lo induzcan. Esto se realiza para evitar infecciones y complicaciones durante el parto.
Si no sabe si ha entrado en trabajo de parto, llame a su proveedor de atención médica.
¿Cuáles son las diferentes etapas del trabajo de parto?
Cada trabajo de parto es diferente; sin embargo, en general, se divide en 3 etapas:
Primera etapa
Desde el inicio del trabajo de parto hasta la dilatación completa. Se divide en fase latente y fase activa. Durante la fase latente, las contracciones pueden ser muy fuertes y dolorosas. El cuello uterino se abre (se dilata) cerca de 3 o 4 centímetros y se estira (borramiento). Puede que algunas mujeres no se den cuenta de que entraron en trabajo de parto si sus contracciones son leves e irregulares.
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Durante la fase latente, las contracciones son más frecuentes (por lo general, cada 5 a 20 minutos) y ligeramente más fuertes. Esta suele ser la fase más larga y menos intensa del trabajo de parto. Puede que la ingresen en el hospital durante esta fase. El proveedor de atención médica o la partera le harán exploraciones ginecológicas para controlar la dilatación del cuello uterino.
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La fase activa se caracteriza por una dilatación más rápida del cuello uterino. Puede empezar con 3 a 5 centímetros o con 6 centímetros, y continuar hasta los 10 centímetros. Durante esta etapa, las contracciones se vuelven más regulares y más fuertes, y suceden con mayor frecuencia (en general, cada 3 a 4 minutos). Puede que a esta altura ya sienta la necesidad de pujar. En la mayoría de los casos, la fase activa es más corta que la latente.
Segunda etapa
La segunda etapa del trabajo de parto inicia cuando el cuello uterino está completamente abierto y culmina con el nacimiento del bebé. Esta se conoce como la etapa en la que se puja. Durante la segunda etapa, la mujer asume un rol activo porque debe comenzar a pujar para que el bebé atraviese el canal de parto y salga al mundo exterior. Se llama “coronamiento” cuando la cabeza del bebé se ve a través del orificio vaginal. La segunda etapa es más corta que la primera etapa. Puede durar de 30 minutos a 3 horas o más si se trata de un primer embarazo.
Tercera etapa
Luego del nacimiento del bebé, tiene lugar la tercera y última etapa. Esta consiste en expulsar la placenta, que es el órgano que alimenta al bebé dentro del útero. Esta etapa suele durar entre unos minutos y media hora. La placenta pasa por el útero y sale por la vagina.
Cada experiencia durante el trabajo de parto es diferente. La duración de cada etapa también varía, aunque la mayoría de las mujeres paren en un plazo de 10 horas después de haber ingresado en el hospital si el trabajo de parto no es inducido. Generalmente, el trabajo de parto es más corto después del primer embarazo.
Inducción del trabajo de parto
En algunos casos, el trabajo de parto tiene que inducirse, es decir que tiene que ser provocado mediante la estimulación. La inducción puede realizarse por varios motivos. A menos que se presente alguna complicación, la inducción no se debe realizar antes de las 39 semanas. Algunos de los motivos más frecuentes son los siguientes:
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Si la madre o el feto están en riesgo
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Si el embarazo se pasa mucho más de la fecha estimada de parto
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Si la madre tiene preeclampsia, eclampsia o presión arterial alta crónica
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Si el feto tiene un crecimiento deficiente
Algunas de las maneras más frecuentes de inducir el trabajo de parto son las siguientes:
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Colocar medicamentos dentro de la vagina (óvulos vaginales) con prostaglandina para estimular las contracciones.
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Administrar una infusión intravenosa de oxitocina u otro medicamento. La oxitocina es una hormona generada por la hipófisis (también conocida como glándula pituitaria) que estimula las contracciones.
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Romper el saco amniótico de manera artificial.
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Colocar un globo en el cuello uterino.
Atención en el hospital durante el trabajo de parto
Cuando llegue al hospital en trabajo de parto, el personal de enfermería le hará una exploración física del abdomen para determinar el tamaño y la posición del feto, y un examen del cuello uterino. También podría verificar lo siguiente:
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La presión arterial
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El peso
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La temperatura
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La frecuencia y la intensidad de las contracciones
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La frecuencia cardíaca del feto
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Muestras de orina y sangre
A veces se administran líquidos intravenosos durante el trabajo de parto. La vía intravenosa es una sonda delgada de plástico que se coloca en una vena, generalmente del antebrazo. Esta vía también se puede usar para administrar medicamentos. Los líquidos intravenosos suelen administrarse una vez que inicia el trabajo de parto. También son necesarios para colocar anestesia epidural.
Durante el trabajo de parto, además, se supervisa cuidadosamente el estado de salud del feto. Puede que le coloquen un monitor sobre el abdomen de la madre para mantener un registro de la frecuencia cardíaca del feto.
¿Cómo se trata el dolor durante el trabajo de parto?
Hay muchas opciones para aliviar el dolor durante el trabajo de parto y el parto. El proveedor de atención médica elegirá la opción más segura y conveniente para la madre y el bebé.
La elección estará determinada por las preferencias y el estado de salud de la madre, el estado de salud del feto y la recomendación del proveedor.
Los 3 principales métodos de tratamiento del dolor durante el trabajo de parto y el parto se mencionan a continuación.
Métodos sin medicamentos
Estos métodos aportan comodidad y reducen el estrés. En conjunto, se los conoce como parto natural. Muchas mujeres aprenden técnicas para sentirse más cómodas y en control de la situación durante el trabajo de parto y el parto, como las siguientes:
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Relajación. Estas técnicas pueden ser útiles para identificar tensiones y liberarlas. Incluyen la relajación progresiva, que es la capacidad de relajar varios grupos musculares en serie.
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Tacto. Puede incluir masajes o caricias para liberar tensiones. Un baño o una ducha de hidromasaje durante el trabajo de parto también pueden servir para aliviar el dolor o la tensión. Consulte al proveedor de atención médica antes de sumergirse en una bañera durante el trabajo de parto.
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Terapia con calor o frío. Se utiliza para ayudar a relajar las zonas tensas o dolorosas. Podría utilizarse una toalla tibia o una compresa fría.
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Visualización. Esta técnica se utiliza para crear imágenes mentales y evocar sentimientos de relajación.
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Meditación o pensamientos enfocados. La meditación se centra en un objeto o una tarea, como la respiración. Ayuda a apartar la mente de molestias.
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Respiración. Conjunto de técnicas que utilizan distintos patrones y tipos de respiración para no pensar en las molestias.
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Postura y movimiento. Para muchas mujeres, cambiar de postura y moverse durante el trabajo de parto sirve para aliviar las molestias. Incluso hasta podría acelerar el trabajo de parto. Algunos ejemplos son mecerse en una silla, sentarse en la postura del sastre, sentarse sobre una “pelota de parto” especial, caminar y balancearse. El proveedor de atención médica puede ayudar a encontrar posturas cómodas y seguras para la madre y el bebé.
Analgésicos
Son medicamentos para aliviar el dolor, como la meperidina. Por lo general, durante el trabajo de parto se pueden administrar pequeñas dosis sin inconvenientes. Sin embargo, en dosis grandes o frecuentes, los analgésicos pueden ralentizar el centro respiratorio del cerebro tanto en la madre como en el bebé.
Anestesia
Consiste en medicamentos que reducen la sensibilidad, por ejemplo:
Anestesia local
Este tipo de anestesia se inyecta en la región perineal, entre la vagina y el recto. Adormece la zona para tratar un desgarro o una episiotomía después de parir.
Anestesia vulvar
Es un tipo de anestesia local que se inyecta en la vagina y afecta el nervio pudendo. Provoca el adormecimiento total de la zona sin afectar las contracciones del útero. Con esta anestesia, la mujer puede seguir pujando para que el bebé salga por el canal de parto. Se utiliza en partos vaginales.
Anestesia epidural
Esta anestesia implica la infusión de medicamentos anestésicos a través de un catéter que se coloca en el espacio que rodea la médula espinal en la parte baja de la espalda (zona lumbar). Causa le pérdida de sensibilidad en la parte inferior del cuerpo. La infusión de los medicamentos puede ajustarse o detenerse según sea necesario. Este tipo de anestesia se utiliza durante el trabajo de parto y para los partos vaginales y las cesáreas. El problema más común que presenta el uso de la anestesia epidural es que disminuye la presión arterial de la madre. Por eso la mayoría de las mujeres necesitan una infusión intravenosa de líquidos antes poder administrarles la anestesia. El riesgo que conlleva esta anestesia es dolor de cabeza después del parto si la aguja ingresa en el conducto vertebral en lugar de permanecer en el espacio circundante. El anestesista o el enfermero anestesista hablarán con usted sobre los riesgos y los beneficios de esta anestesia.
Analgesia epidural
A veces se le llama “epidural móvil”, ya que el medicamento que se inyecta es un analgésico. Alivia el dolor, pero no adormece el cuerpo; es posible moverse. Puede utilizarse una combinación de analgésicos y anestésicos. El problema más común que presenta el uso de la analgesia epidural es que disminuye la presión arterial de la madre. Este tipo de anestesia se utiliza durante el trabajo de parto y para los partos vaginales. El riesgo que conlleva la analgesia epidural es dolor de cabeza después del parto si la aguja ingresa en el conducto vertebral en lugar de permanecer en el espacio circundante. Puede utilizarse para aliviar el dolor durante el trabajo de parto y para los partos vaginales.
Anestesia raquídea o intradural
Este tipo de anestesia implica la inyección de una única dosis de medicamentos anestésicos directamente en el líquido cefalorraquídeo. Actúa rápidamente y causa la pérdida total de sensibilidad y del movimiento de la parte inferior del cuerpo. Suele usarse para las cesáreas.
Analgesia intradural
Implica la inyección de un medicamento analgésico en el líquido cefalorraquídeo para aliviar del dolor sin adormecer la zona. Se puede usar junto con la anestesia o la analgesia epidurales. Sirve para aliviar el dolor durante el trabajo de parto o después de parir.
Anestesia general
Este tipo de anestesia implica el uso de medicamentos anestésicos que provocan el adormecimiento total de la persona. Se puede usar para cesáreas de emergencia.